¿QUÉ SIGNIFICA PARA EL MARXISMO EL PROBLEMA NACIONAL?
PONENCIA DE LA CUARTA CONVENCION NACIONAL DEL CONIR.
6 de octubre de 2018
Otto Van der Velde Q. Esquema de exposición para las mesas de trabajo
a) Anales del problema nacional. (Resumen). Marx, 1848. Corrientes
b) El problema nacional y la<cuestión nacional> ¿Qué significa en lo concreto-concreto? Revolución democrático-burguesa, nacional democrática. Unidad nacional, nación, revolución francesa Chavismo y cuestión nacional en Venezuela. Nacionalismo y lucha de clases ¿Qué contradicción es la fundamental y cuál la principal?
c) Burguesía nacional revolución democrático- burguesa/ proletariado, socialismo y liberación nacional o Política etapista y revolución ininterrumpida, ejemplos. 1957-61 y 2002-2003.
d) En este marco ¿Qué significa <apoyo crítico> desde las alianzas nacionales? A propósito de la PYME de las declaraciones de Castro Soteldo y otras figuras. Propuesta proletaria. Programa. Recomendaciones Lenin, el Partido, proceso bolivariano.
a) El registro marxista de <la cuestión nacional> se remonta al siglo XIX. Los marxistas y no marxistas discuten: sobre la unidad nacional históricamente hablando; el nacionalismo como ideología nacional burguesa que desarrolla a partir del siglo XVII, conformando la nación capitalista y sus contradicciones; lo nacional y su encuentro con la lucha de clases y el proletariado. Marx, Engels y los marxistas del siglo 19 concluyeron que la <cuestión nacional> era parte importante de la revolución comunista, sobre todo en los países oprimidos por el imperialismo y debía ser abordado científicamente por los revolucionarios.
Justo esto pasas hoy en Venezuela, en gran parte del Continente y fuera de él, incluido Estados Unidos y otros países europeos y asiáticos con sus variables, Rusia o China. Con diferencias específicas en cada caso. EEUU, nacionalismo opresor imperialista. China, dirigido por el PCCH con desarrollo capitalista controvertido , Latinoamérica nacionalismo oprimido etc.
b) Lo nacional significa en concreto el proceso de formación de la unidad nacional burguesa. No identifica al proletariado que es esencialmente internacionalista y anticapitalista, independientemente de su criterio de patria y de la política aleatoria del Partido al respecto. Dicen Marx y Engels que, La nación no es más que una categoría transitoria que corresponde a la necesidad del desarrollo del capitalismo y cuyas particularidades y contrastes se irán borrando ya con el desarrollo de la burguesía, hasta desaparecer radicalmente con el advenimiento del proletariado al poder.
Constituye, por tanto, un grave error de la clase obrera identificarse no como un aliado circunstancial del nacionalismo revolucionario (del chavismo, del moralismo o correísmo ecuatoriano) por el carácter oprimido de la nacionalidad venezolana, en determinadas políticas nacionales antiimperialistas, sino como conciencia de clase nacionalista. Patria burguesa y patria proletaria son dos cosas distintas
El movimiento bolivariano chavista encarna en general e independientemente de la confusión de algunos marxistas sobre el tema, y del discurso antiimperialista de importantes sectores de gobierno y del Estado general, una posición nacional democrática del nacionalismo progresista oprimido y sus contradicciones, no del socialismo. Como todo nacionalismo tiene una frontera ideológica y límites históricos. A esos límites se acerca el chavismo hoy. El colonialismo, el neocolonialismo y la dependencia han terminado por liquidar las oportunidades históricas de la burguesía nacional, dejando sólo sectores de clase, fragmentados y sin conciencia para sí.
En las alianzas tácticas del proletariado, antimperialistas y revolucionarios en general, con los nacionalistas, se plantea rigurosamente: 1. Autonomía política del proletariado y sus organizaciones políticas.2. el apoyo crítico circunstancial para la acumulación de fuerza política y monitoreo de las políticas gubernamentales 3. Para propiciar el acercamiento de todas las fuerzas antimperialistas, tanto de la pequeña burguesía como las del antiimperialismo proletario 4. Apoyo a las medidas sociales y el progresismo en beneficio inmediato de las grandes masas. No apoyo a las medidas neoliberales y retardatarias dentro del nacionalismo, que deben ser combatidas.
c) El movimiento revolucionario cuestiona el etapismo, es decir, las propuestas nacional democráticas en función, primero, de un capitalismo nacional como premisa para luego comenzar una lucha por el socialismo. Es una línea falsa del nacionalismo burgués. El proletariado plantea como línea, lucha por el socialismo revolucionario y liberación nacional antiimperialista combinada, en la idea de que la lucha de clases se puede imbricar al problema nacional siempre y cuando la dirección antiimperialista, de liberación etc. este, sin sectarismo y con amplitud, bajo la dirección proletaria.
d) Justo el apoyo crítico, limitado y circunstancial del PRT, se agrupa en este marco. Las posiciones desesperadas, que presionan por una ruptura emocional inmediata respuesta reflejo de la crisis de las relaciones monopolistas del capital: hiperinflación, desabastecimiento, inseguridad, corrupción, anarquía, indecisión, burocracia y colaboracionismo en la gestión gubernamental etc. no toman en cuanta, que: 1. Que se trata de una crisis capitalista general, no de una “pequeña crisis” local de gobierno 2. Que la burguesía monopolista y el imperialismo recomponen la vieja matriz burguesa de personificar su propia crisis para luego aplicar la salida tradicional del capitalismo: sacar un presidente y montar otro, sin que el sistema de explotación, los monopolios ni el capital sufran un solo rasguño. Los socialistas, el proletariado entendemos las calamidades actuales y nos oponemos el colaboracionismo oficial de sectores gubernamentales y del PSUV, partidarios de un capitalismo nacional en coexistencia con el capital monopolista. Esta explica la polémica posición de funcionarios como Castro Soteldo, Pérez Abad y otros, pero al mismo tiempo indica que el gobierno nacionalista de Maduro no entiende las diferencias entre PYME y monopolio; mucho menos, entre nacionalismo y socialismo o capitalismo nacional y socialismo. Los revolucionarios si la entendemos teniendo como deber no halarnos los pelos en un ataque de histerismo político <contra el madurismo>, sino de descomponer sus fuerzas estratégicamente, aislar sus sectores reaccionarios, atraer los revolucionarios; denunciar al capitalismo, unificar al progresismo bajo la batuta obrero-campesina y prepararse para la toma del poder político
El objetivo socialista no es sacar un gobierno por otro, el objetivo es que el proletariado tome el poder, que derrumbe el viejo e inservible capitalismo de Estado y construya Estado obrero-campesino comunal, que el nuevo Estado sea directamente, sin burócratas ni corruptos, es decir, el propio poder popular.3. Que, en el campo internacional, las amenazas de ocupación militar imperialista y sus lacayos, son reales, no ficticias y el imperialismo es un enemigo concreto y principal ahora al que hay que combatir con firmeza y toda la unidad posible, pero conservando el proletariado su autonomía político-militar y el programa de cambio estructural.
Esta enorme contradicción inter- capitalista e inter- imperialista en el orden internacional, que la política del gobierno bolivariano acelera, puede ser perfectamente aprovechada autónomamente por los revolucionarios para su avance hacia el socialismo científico, sólo una mentalidad izquierdista, por razones de infantilismo de izquierda o una línea reformista por razones colaboracionista de derecha, les es imposible entender esta lógica de la dialéctica de la lucha de clases en Venezuela.
Lenin dice al respecto: “El principio de la nacionalidad es históricamente inevitable en la sociedad burguesa… Pero para que este reconocimiento no se transforme en una ideología del nacionalismo, es preciso que se limita rigurosa y exclusivamente a los elementos progresivos” de ella. (Notas críticas sobre a cuestión nacional, octubre-diciembre 1913). En 1920, afirma: La Internacional Comunista debe sellar una alianza temporal con la democracia burguesa de las colonias y los países atrasados, pero no fusionarse con ella sino mantener incondicionalmente la dependencia del movimiento proletario, incluso en sus formas más rudimentarias (Esbozo inicial de las tesis sobre los problemas nacional y colonial). Las revoluciones de liberación nacional en los países oprimidos, dependientes y semi coloniales han demostrado palpablemente el acierto de estas recomendaciones leninistas.
