miércoles, 23 de enero de 2019

TRABAJADORES RESPALDA CATEGÓRICAMENTE LA DECISIÓN DE ROMPER RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON EL GOBIERNO IMPERIALISTA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA, Y DARLE 72 HORAS


SINDICATOS ÚNICO NACIONAL BOLIVARIANO DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DEL MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EL PROCESO SOCIAL DEL TRABAJO, Y SUS ENTES ADSCRITOS (INPSASEL, INCRET Y TESORERIA DE SEGURIDAD SOCIAL) SUNBOTRAMPPSTENTES ADSCRITOS.

Comunicado a todos los trabajadores y trabajadoras del MPPPST, INCRET e INPSASEL, CBST-CCP y los trabajadores y trabajadoras del Pais y sus organizaciones Sindicales. La organización Sindical; Sindicato Único Nacional Bolivariano de Trabajadores y Trabajadoras del Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo (SUNBOTRAMPPST),respalda categóricamente la decisión valiente de nuestro presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, de romper relaciones diplomáticas con el gobierno imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica, y darle 72 horas al personal diplomático de la embajada yanqui, para que abandone nuestro país, como respuesta a la decisión de dicho gobierno de desconocer la legitimidad probada y refrendada por nuestro pueblo el 20 de Mayo del 2018 al reelegir al camarada presidente en funciones Nicolás Maduro Moros para el periodo constitucional 2019 – 2025 mediante el voto universal, democrático y secreto. 



Le hacemos un llamado a todas las trabajadoras y todos los trabajadores del MPPPST, INCRET e INPSASEL, CBST-CCP y los trabajadores y trabajadoras del País y sus organizaciones Sindicales, a unirnos en una sola fuerza y estar preparados antes la inminente arremetida de la derecha apátrida y sus aliados externos (Grupo de Lima, OEA, entre otros), dirigida por el gobierno gringo desde Washington, contra la paz y la estabilidad del pueblo venezolano. Exigimos mano dura contra los enemigos del Pueblo, organizados en FEDECAMARA, VENAMCHAM, CONSERCOMERCIO y POLÍTICOS DE PACOTILLA, es hora de producir para satisfacer las necesidades de la población no para seguir acrecentando el capital de la burguesía tradicional y emergente, como siempre lo hemos hecho, justicia revolucionaria, una política salarial adecuada, congelación de precios, Aplicación del Art 113 de la CRBV, estímulo a la producción nacional principalmente sobre la base del control obrero revolucionario, la entrega de los medios de producción a los trabajadores, a los campesinos, el control de la distribución por parte de los consejos comunales y comunas, juicio público a los corruptos sean quienes sean, además de la eliminación de las instituciones del Estado burgués para garantizar la soberanía, con una base material para la resistencia y la lucha contra la agresión interna y externa.





 ¡CONTRA LA AGRESIÓN IMPERIALISTA, UNIDAD POPULAR REVOLUCIONARIA ANTIIMPERIALISTA…..!
¡NO PODEMOS OPTAR ENTRE VENCER O MORIR, NECESARIO ES VENCER……! ¡LLEGO LA HORA DE LA CLASE OBRERA!
 La Directiva Nacional.
 “LA FUERZA DE LA CLASE OBRERA RESIDE EN LA ORGANIZACIÓN. SIN ORGANIZACIÓN DE LAS MASAS, EL PROLETARIADO NO ES NADA. ORGANIZADO, LO ES TODO”…. LENIN

LA IZQUIERDA, HABÍAN CONFIADO EN LA “DEMOCRACIA”, CON LA CONSECUENCIA DE 40 AÑOS DE OPRESIÓN PARA LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO

COMUNICADO LA CLASE OBRERA DE UPRA SE PRONUNCIA ANTE EL PAÍS

23 de Enero de 1958 fin de una etapa e inicio de otra en el proceso revolucionario de Venezuela. 

DIRECION NACIONAL UPRA

Cuando el pueblo salió a la calle el 23 de Enero de 1958, dirigido por la Junta Patriótica, jamás se imaginó que su lucha por la democracia, y el sacrificio de muchos de sus mejores luchadores, serviría para imponer un régimen antidemocrático, represivo y entreguista de las riquezas nacionales en grado más profundo que el de la dictadura. La dirección revolucionaria de la época, suma de pensamiento socialdemócrata y nacionalista, imbuido de ideas de un igualitarismo ingenuo, creyeron que la AD de Rómulo Betancourt era una organización de verdad “democrática” y llegaron a validar su condición “popular”, que realmente no lo era, por su ideología de derecha, capitalista, oportunista y proyanqui, que demostró el carácter traidor con sus pactos entreguistas, avanzando sin pausa hasta la exclusión y represión que golpeó con violencia al movimiento popular, al MIR y al PCV, llevando a una ruptura obligatoria con la persecución a quienes, desde la izquierda, habían confiado en la “democracia”, con la consecuencia de 40 años de opresión para la clase obrera y el pueblo, que tuvo que tomar las armas y pagar con sangre, ahora a la defensiva, los errores estratégicos de sus dirigentes, que no tomaron la ofensiva en el momento oportuno. Ese 23 de enero y los días subsiguientes sellaron el futuro, mientras las masas alzadas estaban en las calles persiguiendo a los torturadores e imponiendo la justicia popular, tomando el control por la vía de hecho, la dirección de los partidos se reunía para llegar a acuerdos sobre la forma de gobierno, allí unos buscaron a los burgueses “nacionalistas” para constituir la junta de gobierno, mientras otros se reunían con los representantes yanquis para definir las fórmulas de “transición” y sometimiento. El pueblo, que podía construir su propia opción, no avanzó en la constitución de su gobierno, llegó a Miraflores y fue frenado por los reformistas. Los dirigentes revolucionarios de la época, y principalmente los comunistas cometieron un grave error: creer en la burguesía y en su “democracia representativa”, y en lugar de avanzar a la toma del poder, que era el instinto que empujaba a las masas más avanzadas en la calle, las frenaron para llegar a acuerdos que permitieran “unir fuerza contra la dictadura”, esta táctica, de desconfianza de las masas y su capacidad de lucha, dio a la burguesía y a los yanquis tiempo para montar el Pacto de Nueva York, que nacionalizaron con el nombre de Pacto de Punto fijo, estableciendo una fórmula reaccionaria y antidemocrática que dejaba fuera del juego del poder a la izquierda y al movimiento popular, pacto traidor que no fue atacado con la debida inmediatez, por lo que se impuso un régimen de gobierno democrático burgués de derecha proyanqui que condujo mediante el bipartidismo de la llamada “cuarta república” los destinos del país, con alto costo para el pueblo, durante 40 años. También los militares honestos y patriotas dieron su cuota de lucha ese 23 de enero, la mayoría entendió que Marcos Pérez Jiménez estaba tumbado por la presión de los gringos que jugaron a quitar a un gobierno con problemas para tratar de imponer otro, y lo lograron sin necesidad de un golpe de Estado, con la sumisión de la dirección de AD, COPEY, URD y los militares traidores. Los militares patriotas al entender la jugada entreguista, expusieron su vida junto al pueblo para tratar de corregir el error, incluso con las armas en la mano, al lado de otros revolucionarios consecuentes por medio de las FALN que significó un gran paso en la organización de las fuerzas populares en la lucha contra la derecha, los reaccionarios, apátridas y principalmente contra el imperialismo yanqui. En política los aciertos y errores deben ser analizados objetivamente y a profundidad, no para fustigar a las organizaciones y dirigentes que los cometieron, sino para evitar cometerlos de nuevo, para corregir las debilidades ideológicas que pueden existir en los planteamientos teóricos de las organizaciones y para evitar caer en los mismos de nuevo. Creer en la burguesía “democrática”, en su palabra y en su programa, fue un error que el pueblo venezolano pagó caro entre 1958 y 1998, creer de nuevo en la burguesía ya no sería un error, será un suicidio, por eso no podemos caer en las redes del discurso “democrático representativo” de la derecha proyanqui claramente entreguista y heredera legítima de AD y COPEY, que se atrinchera en la OEA y clama por la “ayuda humanitaria” y “el restablecimiento de la democracia”, pero realmente su actividad es para volver a tener sus privilegios explotadores y represivos. Menos aún podemos creer en la “Burguesía revolucionaria” hija ilegítima de la democracia representativa, que se oculta, como lo hizo Betancourt, en un discurso “revolucionario y nacionalista” para entregar las riquezas del Estado a los grandes monopolios. Como revolucionarios consecuentes tenemos que fortalecer las fuerzas propias de la clase obrera, de los campesinos y los comuneros, del pueblo que resiste y lucha cada día, que enfrenta la agresión imperialista de diverso signo y las inconsecuencias, indolencia y corrupción de la pequeña burguesía que mediante el fraude se quiere transformar en burguesía para negociar las riquezas del país desde el gobierno. Claros de las enseñanzas de la historia, analizadas por medio de la dialéctica, y como parte de las fuerzas de la democracia proletaria que va construyendo el pueblo, tenemos que creer en las fuerzas que cada día se expresan en la calle, en abierta lucha contra el imperialismo yanqui, que es, sin duda alguna, nuestro enemigo principal, contra sus lacayos de FEDECAMARAS, VENAMCHAN Y CONSECOMERCIO, contra la burguesía explotadora, bien sea la tradicional o la emergente, contra toda forma de opresión, contra la Asamblea Nacional y un gobierno paralelo espúreo, porque nadie los eligió para eso que pretenden hacer. A 61 años de aquella fecha, los revolucionarios, aprendiendo del pasado, nos sumamos a una corriente democrático popular y antiimperialista, que si bien es cierto apoya en sus posiciones de resistencia ante la agresión del Bloque imperialista de los EEUU UE al gobierno de Nicolás Maduro, que pretende ser derrocado por parte de las fuerzas más reaccionarias del planeta, también es cierto que asumimos una posición crítica ante los errores y debilidades, como la corrupción, indolencia, entreguismo y la existencia de privilegios de grandes burgueses en parte importante de funcionarios del alto gobierno que quieren hacer realidad a costa del Estado sus sueños capitalistas, mientras hacen sufrir al pueblo cada día por la corrupción, matraqueo y complicidad, lo que nos lleva a seguir exigiendo, como siempre lo hemos hecho, justicia revolucionaria, una política salarial adecuada, congelación de precios, Aplicación del Art 113 de la CRBV, estímulo a la producción nacional principalmente sobre la base del control obrero revolucionario, la entrega de los medios de producción a los trabajadores, a los campesinos medios y pobres, el control de la distribución por parte de los consejos comunales y comunas, juicio público a los corruptos militares y civiles, además de la eliminación de las instituciones del Estado burgués para garantizar la soberanía, con una base material para la resistencia y la lucha contra la agresión interna y externa. 

¡¡Por la Unidad del Movimiento Popular Revolucionario¡¡

¡¡ Organización, Movilización y Lucha para Derrocar al Imperialismo Norteamericano y sus lacayos¡¡ 

Caracas Venezuela 23 de Enero de 2019.

MOVILIZACION GENERAL DEL PUEBLO CONTRA LA PROVOCACION MILITAR EXTRANJERA

DEL 23 DE ENERO DE 1958 AL 13 DE ABRIL DEL 2002

 PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES




Otto Van der Velde Q.

   Ningún verdadero socialista pone en duda cuál es la tarea del día para el proletariado venezolano: tomar las riendas del proceso revolucionario venezolano; derrotar la provocación cívico militar del frente imperialista internacional encabezado por Estados Unidos, la OTAN la Unión Europea y la servidumbre interna encargada de los trabajos sucios del plan capitalista; En el plano revolucionario, eso equivale a: cerrar el paso de reformistas, burócratas y oportunistas en lo interno; llevar a las masas explotadas y oprimidas por la burguesía al poder. Nada de esto es posible sin saldar viejas y nuevas cuentas políticas con el capital monopolista de FEDECAMARAS-VENAMCHAM y sus socios partidistas. Pero en ese nuevo curso de la lucha de clases se interponen los planes intervencionistas y cesionistas del imperialismo norteamericano y sus seguidores blocales, el llamado Grupo de Lima, esencia del terrorismo de Estado de la derecha latinoamericana, tal como lo adelantan el Cornejo peruano, los Duque-Uríbes colombianos y sin duda que nuestros Bolsonaros de turno como el ahora Juan Guaido, escalador político al que los dueños de El Universal, de El Nacional y otros maquilladores de radio y TV, no encuentran la manera de convertirlo en héroe de la transición, una tarea que dada la mediocridad del personaje es harto difícil para cualquier burgués.




   Esta situación es justo lo que el gran líder comunista chino Mao Tse Tung, denominaba el aspecto principal de la contradicción capital-trabajo, el filo inmediato de la lucha histórica burguesía-proletariado, que en nuestra larga marcha venezolana tiene también su historia.
   Tal asunto explica, en parte, el título de nuestro artículo, es decir, de la relación y el desenlace de dos momentos estratégicos claves en la lucha de clases venezolana, igualmente traza la meta de nuestro proletariado en la política del siglo 20 y 21. En otras palabras significa la victoria popular y el desenlace del 23 de enero del 58 con la victoria popular y el desenlace del derrotado push derechista del 11 de abril de 2002, dos experiencias determinantes para el proletariado en su lucha por el poder político.
  En 1958, la fuerza militar del General Marcos Pérez Jimenes, sostenidas por la burguesía norteamericana y FEDECÁMARAS, vino al suelo, derribada por la insurrección popular que, estallando en los primeros días de enero, culmina en su primera fase el día 23 del mismo mes. Una formidable acción de masas bajo la dirección política de la Junta Patriótica, es decir, del frente amplio anti- dictadura, impulsado por los comunistas, las corrientes revolucionarias de “AD de izquierda” (que al siguiente año 59 forman el Movimiento de Izquierda Revolucionaria. MIR); las fracciones progresistas del partido centrista de URD (Unión Republicana Democrática) encabezadas por Fabricio Ojeda, el Comité Militar e independientes sin partido. Una composición de lucha a todas luces de izquierda y progresiva. La unidad revolucionaria del frente amplio garantizó el éxito de la insurrección de masas y la derrota de la aparentemente sólida burguesía <perezjimenista> apoyada por Estados Unidos.




   La ideología de cambio impulsada por las vanguardias de la Junta, más las consignas radicalizadas del 58, aumentaron la temperatura de las masas. El antiimperialismo expande sus filas, caldeadas además por la imprudente visita del vicepresidente de EEUU Richard Nixon, quien salva su vida milagrosamente cercado por las masas insurrectas en los alrededores del Panteón Nacional. El Pentágono moviliza la VII Flota hacia a la Guaira. En medio del intenso escenario político, la dirección revolucionaria que no ha medido el alcance de su propia obra, en lugar de profundizar combativa lucha de clases, encoge su línea política en el democratismo, en consecuencia congela el cambio de consignas en el  <defensismo> democrático burgués, cuando lo planteado era justamente pasar de la lucha anti dictadura a la toma del gobierno provisional por la coalición nacional revolucionaria representada en una Junta Patriótica que día a día radicalizaba sus consignas. Este paso era perfectamente posible dada la descomposición general de los mandos burgueses pro- dictadura y el prestigio de las fuerzas marxistas en el novedoso frente.
   En lugar de consignas hacia la toma del poder, crecen y se expanden las consignas etapistas de <consolidar la democracia> burguesa y lograr la paz laboral, dos objetivos trabajados secretamente por Betancourt, Caldera, Jóvito Villalba y Jhon Foster Dulle durante el pacto de Nueva York (1957). La línea etapista debilita la dinámica de masas, las divide y desordena, requiebro fatal que es aprovechado a fondo por la coalición punto fijista para maniobrar en lo electoral e inmediatamente reprimir con ferocidad al movimiento revolucionario y a las masas insurrectas.
   El gobierno de AD apoyado por COPEI, da un golpe de Estado al Parlamento y detiene inconstitucionalmente a los diputados del PCV y del MIR. Las fuerzas revolucionarias pierden la iniciativa de la insurrección y con ello el momento histórico preciso para la toma del poder. El movimiento revolucionario cívico militar trata de recuperar la ofensiva, lanzan tres audaces levantamientos cívico-militares que aunque sin éxito tambalean el gobierno de Betancourt-Caldera, se trata del <guairazo> contra el Destacamento de la Guaira, del levantamiento militar de Carúpano y la insurrección de Puerto Cabello en la que se combate duramente por muchos días. Acto seguido nuestras fuerzas van en firma a la lucha armada por más de diez años de duros combates urbanos y rurales. Pero esa es otra historia.




   11 de abril de 2002, estalla otro golpe de estado imperialista, ahora contra el gobierno nacionalista de Hugo Chávez. De nuevo los monopolios de FEDECAMARAS-VENAMCHAM están al frente, ahora con Carmona Estanga y la plana del cartel capitalista arrastrando los escombros del punto fijismo AD, COPEI, URD, a los grupitos fascistoides de Primero justicia y a los alborotadores de Súmate, también en el trencito burgués va la aristocracia obrera de Ortegas-Cova; el gorilaje militar dentro del propio gobierno nacionalista y el Episcopado. Pero en esta oportunidad la derecha va reforzada por una larga lista de conversos y oportunistas del pasado, incluyendo jefes del propio chavismo como Miquelena, Peña, arribistas del MVR, Causa R etc. Se materializa en el siglo 21 la famosa metáfora del Manifiesto Comunista, la Santa Alianza de la burguesía en torno al anticomunismo.
   Las masas, igual que en el 58, van a las calles en centenas de miles, derrotando en forma aplastante al Estado Mayor del golpe capitalista, rescatan al presidente Chávez, salvan su vida, y también como en el 23 de enero se politizan velozmente con el antiimperialismo, exigiendo a los nacionalistas medidas revolucionarias de fondo, cese de la impunidad y castigo ejemplar para la burguesía golpista. Esta vez no están al frente a la insurrección los comunistas sino los nacionalistas, sus mandos tampoco alcanzan a comprender la profundidad de las acciones de masas, ni la dirección en que va la lucha de clases, tampoco el sentido de la efervescencia antiimperialista de masas, o sea la posibilidad cierta de saldar cuenta con el capital monopolista de FEDECÁMARAS, enrejar a sus miembros metido hasta el cuello en el golpe magnicida, socializar los grandes medios de producción tomados por los obreros, campesinos y masas comunales.
   Igual que en el 23 de enero, reaparece la gruesa nariz del etapismo en pro de la <democracia burguesa>, surge el perdón cristiano a los ensangrentados conspiradores del 11 de abril. Cunde la confusión popular, se desorganizan paulatinamente las movilizaciones no sin antes dar la estocada a la conspiración de Guiusti en PDVSA. Una vez más se pierde el momento histórico preciso para encajar el poder proletario, disolver los anacrónicos poderes del gran capital, limpiar la revolución de reformistas, oportunistas o corruptos y proceder a cambios profundos anticapitalistas. En su lugar los discursos heroicos se tragan los hechos concretos y la derecha aprovecha de nuevo la fatal vacilación del gobierno nacionalista para reorganizarse y volver intermitentemente a la ofensiva hasta el día de hoy.
   Pues bien, se acerca una nueva coyuntura, quizás más peligrosa que las anteriores, pero también promisoria para el Partido Revolucionario de los Trabajadores los revolucionarios, el proletariado y las masas. El qué hacer del proceso revolucionario apunta a cuatro líneas estratégicas: 
1. Reorganizar la unidad revolucionaria del frente popular antiimperialista, asunto clave para que el proletariado y las masas puedan ascender al poder político.
2. planificar la organización de un nuevo estado de clase obrero campesino y comunal. Las condiciones maduran para ello.
3. Difundir el programa proletario cuyo epicentro esta en la disolución y socialización de los monopolios privados de FEDECAMARAS-VENAMCHAM como ordena al artículo constitucional 113 de la CRBV, comenzando por la socialización del sistema financiero que conspira, expolia el salario y los ahorros populares; congelación inmediata de los precios, el cese de la impunidad y la donación de dólares subsidiados a FEDECAMARAS-VENAMCHAM, a las transnacionales imperialistas y a los corruptos; movilización general del pueblo contra la provocación milita extranjera; revisión de la deuda externa, del arco minero y de la ley de inversiones extranjeras. Lanzamiento a gran escala un plan nacional de industrialización y revolución agraria profunda. La orden del día para el proletariado es desmoronar el reformismo, asumir la dirección política de la revolución y construir el Estado obrero campesino comunal.









martes, 15 de enero de 2019

PRT ACABA DE CONCLUIR SU PRIMER PLENO DEL 2019

APRE­CIA­CIO­NES SO­BRE EL PRI­MER PLENO NA­CIO­NAL DEL PAR­TI­DO

DIRECCIÓN NACIONAL DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES

Ot­to Van der Vel­de Q.

 PRT aca­ba de con­cluir su pri­mer pleno del 2019, reunión de de­ba­te muy in­tere­san­te y opor­tu­na da­do los con­flic­tos de cla­ses en plano lo­cal e in­ter­na­cio­nal. La ca­li­dad y re­pre­sen­ta­ti­vi­dad re­gio­nal de las in­ter­ven­cio­nes im­pri­mie­ron a es­te im­por­tan­te even­to del Par­ti­do Re­vo­lu­cio­na­rio de los Tra­ba­ja­do­res, un ca­rác­ter cla­ve pa­ra las ta­reas del par­ti­do en el 2019; en ge­ne­ra pa­ra el desa­rro­llo de una lí­nea po­lí­ti­ca fir­me y de­fi­ni­da de los sec­to­res po­pu­la­res in­clu­yen­do el pro­ce­so de uni­dad, alian­zas e in­te­gra­ción re­vo­lu­cio­na­ria de nues­tras or­ga­ni­za­cio­nes, en un nue­vo mo­men­to de­li­ca­do y de­ter­mi­nan­te del pro­ce­so po­lí­ti­co ve­ne­zo­lano.
El es­ce­na­rio ca­pi­ta­lis­ta mun­dial fue el pri­mer te­ma de la agen­da. Las di­ver­sas in­ter­ven­cio­nes coin­ci­die­ron en se­ña­lar la pro­fun­di­za­ción de la cri­sis es­truc­tu­ral (no só­lo cí­cli­ca) del ca­pi­ta­lis­mo mun­dial, es de­cir, la cri­sis ge­ne­ral de los paí­ses y co­rrien­tes gu­ber­na­men­ta­les fun­da­men­ta­das en las le­yes del mer­ca­do ca­pi­ta­lis­ta, ya mix­tas, di­rec­ta­men­te pri­va­das o de ca­pi­ta­lis­mo de Es­ta­do. El im­pe­ria­lis­mo y sus con­tra­dic­cio­nes mun­dia­les ace­le­ran­do la con­cen­tra­ción cen­tra­li­za­ción y mo­no­po­li­za­ción de ca­pi­ta­les, han agu­di­za­do el es­tan­ca­mien­to y la anar­quía, de sus es­truc­tu­ras eco­nó­mi­cas más dé­bi­les co­mo es el ca­so de Ve­ne­zue­la y otros paí­ses la­ti­noa­me­ri­ca­nos.
   Se se­ña­ló en el cur­so del de­ba­te que los ni­ve­les crí­ti­cos del im­pe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano, fran­cés, Ita­liano es­pa­ñol y Ale­mán, mo­to­res de la eco­no­mía im­pe­ria­lis­ta mun­dial, arro­jan, se­gún las me­di­cio­nes es­pe­cia­li­za­das, un pro­nós­ti­co de ba­jo cre­ci­mien­to en el 2019 (en ge­ne­ral 2% o me­nos de sus PIB); una pro­fun­di­za­ción de los pro­ble­mas so­cia­les en cuan­to a po­bre­za, des­em­pleo, desahu­cios, ma­yor ex­plo­ta­ción de la fuer­za de tra­ba­jo y pér­di­das de las con­quis­tas ge­ne­ra­les de la cla­se obre­ra. Ni La­ti­noa­mé­ri­ca, ni Ve­ne­zue­la es­ca­pan a las con­se­cuen­cias de és­ta pro­lon­ga­do cru­ji­do de la es­truc­tu­ra ca­pi­ta­lis­ta mun­dial. Co­mo bien se­ña­la­ba la agen­da pre­via del Pleno <la pe­li­gro­sa lu­cha in­ter ca­pi­ta­lis­ta e in­ter im­pe­ria­lis­ta en­tre las gran­des po­ten­cias, par­ti­cu­lar­men­te Es­ta­dos Uni­dos, la Unión Eu­ro­pea sus sa­té­li­tes la­ti­noa­me­ri­ca­nos (OEA, Gru­po de Li­ma etc.) apun­tan en sus lí­neas in­ter­na­cio­na­les a un es­ce­na­rio de ate­rra­do­ra pre­gue­rra mun­dial.El pleno di­ri­gen­te se­ña­ló esa si­tua­ción y sus po­lí­ti­cas de­ri­va­da: lu­cha por el re­par­to de mer­ca­dos, por la he­ge­mo­nía po­lí­ti­ca de los blo­ques; blo­queos y re­pre­sa­lias a los paí­ses opri­mi­dos; in­ter­ven­cio­nes mi­li­ta­res im­pe­ria­lis­tas pa­ra el sa­queo na­cio­nal; chan­ta­jes, te­rro­ris­mo pa­ra­mi­li­tar etc., re­fle­jo po­lí­ti­co de in­cre­men­to de la con­tra­dic­ción fun­da­men­tal del si­glo 21, bur­gue­sía-pro­le­ta­ria­do. Con­tra­dic­ción de pri­mer or­den pa­ra to­do nues­tro mo­vi­mien­to re­vo­lu­cio­na­rio, pe­ro en es­pe­cial pa­ra los co­mu­nis­tas y mar­xis­tas del pro­ce­so.

   En cuan­to al te­ma 2 re­fe­ri­do al de­ba­te in­terno. El Par­ti­do re­cha­za ca­te­gó­ri­ca­men­te la in­je­ren­cia, pro­vo­ca­ción mi­li­tar y blo­que im­pe­ria­lis­ta de Es­ta­dos Uni­dos, sus tes­ta­fe­rros eu­ro­peos y de la OEA igual que el lla­ma­do gru­po de Li­ma, una ver­da­de­ra ma­fia de las fuer­zas de cho­que ca­pi­ta­lis­ta con­tra cual­quier ves­ti­gio de cam­bio pro­gre­sis­ta del área no im­por­tan­do pa­ra ello vio­lar la so­be­ra­nía e ins­ti­tu­cio­na­li­dad del pro­pio sis­te­ma. Las in­ter­ven­cio­nes ra­ti­fi­ca­ron la le­gi­ti­mi­dad cons­ti­tu­cio­nal del pre­si­den­te Ni­co­lás Ma­du­ro y su go­bierno, con­de­nan­do el ser­vi­lis­mo de la Asam­blea Na­cio­nal, en par­ti­cu­lar su nue­vo vo­ce­ro Guai­dó. La nue­va lí­nea de la AN de­ja el te­rreno des­pe­ja­do a la in­ter­ven­ción mi­li­tar yan­qui-co­lom­bia­na-pe­rua­na y sus cóm­pli­ces, ham­brien­tos to­dos de re­cur­sos na­tu­ra­les y ane­xio­nes te­rri­to­ria­les (ca­sos no­to­rios de la bur­gue­sía co­lom­bia­na y gu­ya­ne­sa), pe­ro tam­bién jus­ti­fi­ca la en­tre­ga de ex­ten­sas áreas del Ese­qui­bo al im­pe­ria­lis­mo pe­tro­le­ro de la Mo­bil y su Es­ta­do tí­te­re de Gu­ya­na, lla­ma abier­ta­men­te al de­rro­ca­mien­to in­cons­ti­tu­cio­nal del go­bierno ve­ne­zo­lano <por cual­quier me­dio> y se eri­ge ofi­cial­men­te en un do­ble po­der, pa­san­do del desaca­to a una lí­nea sub­ver­si­va di­rec­ta.

   En esa mis­ma di­rec­ción, las di­ver­sas in­ter­ven­cio­nes del pleno de di­ri­gen­tes, se­ña­la­ron la in­cohe­ren­cia gu­ber­na­men­tal en cuan­to a res­pon­der an­te se­me­jan­te agre­sión con una po­lí­ti­ca de­fen­si­va de diá­lo­go sor­do e im­pu­ni­da­des fren­te a fuer­zas de­re­chis­tas agre­si­vas que co­mo las de Es­ta­dos Uni­dos, FE­DEC­CA­MA­RAS-VE­NAM­CHAM y sus par­ti­dos en me­dio si­glo y so­bre to­do en los úl­ti­mos 20 años de go­bierno cha­vis­ta, no han he­cho otra co­sa que con­fis­car los re­cur­sos pe­tro­le­ros y mi­ne­ros del Es­ta­do, vio­lar has­ta lo in­creí­ble las le­yes la­bo­ra­les,ex­plo­tar a los tra­ba­ja­do­res, en­san­gren­tar al país con desa­pa­ri­cio­nes y gol­pes de Es­ta­do, pla­ni­fi­car mag­ni­ci­dios con­tra los pre­si­den­tes Chá­vez y Ma­du­ro, es­pe­cu­lar al má­xi­mo con los pre­cios, ma­tar de ham­bre a la po­bla­ción, ro­bar des­ca­ra­da­men­te al Es­ta­do, en­san­gren­tar las ca­lles, crear do­bles po­de­res co­mo el que aho­ra ofi­cia­li­za la Asam­blea Na­cio­nal y cla­mar por la in­ter­ven­ción mi­li­tar ex­tran­je­ra.¿Có­mo ex­pli­car esa con­tra­dic­ción, aun en­ten­dien­do la ne­ce­si­dad de sos­te­ner el go­bierno y su pre­ca­ria si­tua­ción eco­nó­mi­co-po­lí­ti­ca a cau­sa del blo­que, del in­efi­cien­te bu­ro­cra­tis­mo in­terno y la ac­ti­va <quin­ta-co­lum­na, de la anar­quía y las co­rrup­te­las del pro­pio Es­ta­do? Al­guien di­jo ¿re­for­ma o re­vo­lu­ción?    

DIRECCIÓN NACIONAL DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES
   ¿Por qué -pre­gun­ta­ron a pro­pó­si­to del asun­to al­gu­nos otros ca­ma­ra­das- el go­bierno bo­li­va­riano otor­ga dó­la­res sub­si­dia­dos y pre­fe­ren­cia­les a una bur­gue­sía mo­no­po­lis­ta tra­di­cio­nal­men­te pa­ra­si­ta­ria, cu­yas re­la­cio­nes de pro­duc­ción es­tán ex­pre­sa­men­te prohi­bi­das por la pro­pia Cons­ti­tu­ción Bo­li­va­ria­na? ¿Cuál es la co­rres­pon­den­cia en­tre el dis­cur­so ofi­cial de­nun­cian­do co­rrec­ta­men­te la ac­ción an­ti­pa­trió­ti­ca, cri­mi­nal del gran ca­pi­tal y las po­lí­ti­cas ofi­cia­les de sub­si­dios e im­pu­ni­dad con di­chos sec­to­res? Igual­men­te sal­to la in­te­rro­gan­te ¿cuál es la ló­gi­ca en­tre el plan de re­cu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca, el aho­rro, la apli­ca­ción del IVA al sa­la­rio y la exo­ne­ra­ción o dis­mi­nu­ción de im­pues­tos a las trans­na­cio­na­les, in­clu­yen­do los be­ne­fi­cios a una ban­ca li­te­ral­men­te es­ta­fa­do­ra, cu­yo “co­rra­li­to” ex­pro­pia im­pu­ne­men­te el sa­la­rio y el aho­rro po­pu­lar, sis­te­ma fi­nan­cie­ro que en el 2018 aca­ba de de­cla­rar ga­nan­cias ex­tra­or­di­na­rias; ¿Por qué ju­go­sos sub­si­dios a la­bo­ra­to­rios y gran­des co­mer­cios mo­no­po­li­za­do­res a quie­nes le im­por­ta un ble­do la sa­lud del pue­blo, aca­pa­ran­do bie­nes y me­di­ca­men­tos que na­die pue­de com­prar ni con­se­guir?
   Por la mis­ma cau­sa ¿Por qué dó­la­res ba­ra­tos un im­pe­ria­lis­mo au­to­mo­triz que es­pe­cu­la al má­xi­mo con los pre­cios y al que na­da le im­por­ta de­jar en la es­ta­ca­da a sus pro­pios tra­ba­ja­do­res, ca­so re­cien­te de a Fi­res­to­ne y otras em­pre­sas del ra­mo? y ¿Por quéle­ga­li­zar a la ex­pro­pia­ción de tie­rra por des­al­ma­doste­rro­fa­gos que desa­lo­jan y ase­si­nan a cam­pe­si­nos e in­dí­ge­nas, sin cas­ti­go al­guno? ¿Por qué, al la­do del blo­queo, ase­dio, de ame­na­zas mi­li­ta­res de la gran bur­gue­sía y sus tes­ta­fe­rros de la opo­si­ción de de­re­cha, enemi­gos ju­ra­dos del pue­blo y las po­lí­ti­cas so­cia­les del go­bierno bo­li­va­riano, sur­ge de la na­da la en­tre­ga del Ar­co Mi­ne­ro a trans­na­cio­na­les pri­va­das, tra­fi­can­tes in­ter­na­cio­na­les de oro, col­tán y dia­man­tes, im­pe­ria­lis­tas bo­ta­das del país en la ges­tión gu­ber­na­men­tal de Chá­vez (re­fe­ren­cia a CRIS­TA­LEX y otras), se se­mi­pri­va­ti­za MI­NER­VEN y son los ge­ren­tes tur­cos quie­nes des­em­plean un nú­me­ro de sus tra­ba­ja­do­res, ori­gi­nal­men­te con­tra­ta­dos no por Tur­quía sino por la em­pre­sa es­ta­tal ve­ne­zo­la­na?
   ¿Có­mo se ex­pli­ca que la ANC san­cio­ne una in­só­li­ta ley de in­ver­sio­nes ex­tran­je­ras que prác­ti­ca­men­te le­ga­li­za el sa­queo na­cio­nal, que se mi­re pa­ra el te­cho an­te la vul­gar ex­pro­pia­ción del sa­la­rio a cau­sa de una dis­pa­ra­ta­da anar­quía de los pre­cios en el mer­ca­do y que el gra­ví­si­mo pro­ble­ma so­cial ge­ne­ra­do por los mo­no­po­lios del trans­por­te le res­ba­le a mi­nis­tros, par­la­men­ta­rios, al­cal­des y con­ce­ja­les? En fin, pa­ra­fra­sean­do al Li­ber­ta­dor Si­món Bo­lí­var ¿por qué lla­mar a la con­cor­dia y a la paz en la gue­rra y a la gue­rra en los mo­men­tos de paz?
   En otras pa­la­bras, no hay mo­do de en­ten­der unare­vo­lu­ción con po­lí­ti­cas li­be­ra­les, ca­pa­ces de con­fun­dir y des­mo­ra­li­zar de ma­sas, en lu­gar de fir­mes po­lí­ti­cas po­pu­la­res, re­vo­lu­cio­na­rias y na­cio­na­les, mu­chas de las cua­les han si­do res­pal­da­das por el pue­blo en la ca­lle e in­clu­so san­cio­na­da por la mi­li­tan­cia cha­vis­ta en el III Con­gre­so del PSUV, me re­fie­ro, por ejem­plo, a la ex­pro­pia­ción de los me­dios de pro­duc­ción al gran ca­pi­tal, es­pe­cial­men­te del ca­pi­tal ban­ca­rio; a una mo­vi­li­za­ción pla­ni­fi­ca­da pa­ra la in­dus­tria­li­za­ción y re­vo­lu­ción agra­ria na­cio­nal, a un de­cre­to de ex­pro­pia­ción del la­ti­fun­dio sea de quien sea y a una po­lí­ti­ca re­vo­lu­cio­na­ria que afec­te los mo­no­po­lios agra­rios de la tie­rra; igual­men­te a la for­ma­ción de un go­bierno obre­ro-cam­pe­sino y co­mu­nal, que tam­bién es una con­sig­na bo­li­va­ria­na; la in­me­dia­ta apli­ca­ción del ar­tícu­lo cons­ti­tu­cio­nal 113 de la CNBV que prohí­be de fac­to los mo­no­po­lios pri­va­dos, pro­pi­cia­do­res de la te­rri­ble anar­quía de pre­cios, de la dic­ta­du­ra ca­pi­ta­lis­ta en la im­por­ta­ción y dis­tri­bu­ción de ali­men­tos, es de­cir, de los pla­nes de una bur­gue­sía pa­rá­si­ta que, al mis­mo tiem­po que so­bre ex­plo­ta a la cla­se obre­ra, arrui­na al cam­pe­sino des­ba­ra­jus­ta la eco­no­mía ve­ne­zo­la­na, des­abas­te­ce la des­pen­sa del pue­blo, vio­la las le­yes la­bo­ra­les de la LOTTT, re­pro­du­ce la bu­ro­cra­cia y pro­te­ge la co­rrup­ción.

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   En nom­bre del so­cia­lis­mo y del an­ti­im­pe­ria­lis­mo ¿por qué no se so­cia­li­za lo gran­des me­dios de pro­duc­ción com­ple­men­ta­do con una con­ge­la­ción in­me­dia­ta de pre­cios, an­tes que esos in­tere­ses del ca­pi­ta­lis­mo con la com­pli­ci­dad de la de­re­cha en­cla­va­da fue­ra y den­tro de los apa­ra­tos ins­ti­tu­cio­na­les de Es­ta­do, ma­ten de ham­bre a la po­bla­ción ve­ne­zo­la­na y des­pe­jen el ca­mino fas­cis­ta de los Ma­cris y Bol­so­na­ros crio­llos?
   He aquí el pro­gra­ma, el plan cen­tral y las exi­gen­cias prin­ci­pa­les de nues­tro. Pleno. De nues­tra po­si­ción an­te el ur­gen­te y ne­ce­sa­rio cam­bio que de­be dar­se a ni­vel del Es­ta­do y del go­bierno bo­li­va­riano. Exi­gi­mos una po­lí­ti­ca fir­me, sin do­ble­ces ni com­pli­ci­da­des en di­rec­ción del pro­le­ta­ria­do, de las ma­sas ex­plo­ta­das <de aba­jo>, que de­ben ser y se­rán los nue­vos ac­to­res del pro­ce­so re­vo­lu­cio­na­rio. Só­lo esa lí­nea de tra­ba­jo po­drá su­perar la de­for­ma­da si­tua­ción ac­tual, so­lo ella abri­rá una com­ba­ti­va y con­se­cuen­te prác­ti­ca an­tim­pe­ria­lis­ta a ni­vel del pue­blo, for­ta­le­ce­rá un fuer­te mo­vi­mien­to so­cia­lis­ta li­bre de char­la­ta­ne­ría, opor­tu­nis­mo po­lí­ti­co y ma­ni­pu­la­ción, de lo con­tra­rio se im­pon­drá la in­cre­di­bi­li­dad de las ma­sas, en­tra­rá la de­re­cha y lo que es peor, mu­chos ter­mi­na­ran ad­ver­san­do el so­cia­lis­mo.
   La úl­ti­ma par­te de la reunión es­tu­vo cen­tra­da en la po­lí­ti­ca obre­ra del Par­ti­do, en un ba­lan­ce au­to­crí­ti­co de nues­tros erro­res; en el in­for­me elec­to­ral, muy sa­tis­fac­to­rio pa­ra la alian­za re­vo­lu­cio­na­ria PRT-PPT, y por la con­ti­nui­dad del fren­te re­vo­lu­cio­na­rio de lu­cha por el so­cia­lis­mo cien­tí­fi­co y el an­ti­im­pe­ria­lis­mo pro­le­ta­rio. Se che­queo los avan­ces en el pro­ce­so le­gi­ti­ma­ción elec­to­ral del PRT, pa­ra fi­nal­men­te abor­dar la cues­tión de las alian­zas y de la uni­dad re­vo­lu­cio­na­ria.
   En es­te úl­ti­mo pun­to de las alian­zas, prác­ti­ca­men­te se apro­bó el te­ma 4 de la agen­da ini­cial, que plan­tea­ba las po­si­bi­li­da­des cier­tas de cohe­sio­nar una am­plia co­rrien­te re­vo­lu­cio­na­ria al­ter­na y au­tó­no­ma. A pe­sar de las di­fi­cul­ta­des y erro­res co­me­ti­dos en el desa­rro­llo del fren­te de lu­cha am­plio, su im­por­tan­cia, con­cre­ción y pre­sen­cia han que­da­do ple­na­men­te de­mos­tra­do no só­lo en las ins­ta­la­cio­nes y acuer­dos lo­gra­dos sino tam­bién con los re­sul­ta­dos elec­to­ra­les y en la ca­pa­ci­dad de mo­vi­li­za­ción de sus in­te­gran­tes, con­fir­man­do que la lí­nea del par­ti­do en re­la­ción al FPAA es co­rrec­ta, co­mo acer­ta­da es la alian­za PRT-PPT y otras fuer­zas del pro­ce­so, por lo que hay que re­im­pul­sar tal po­lí­ti­ca a to­do va­por con el PPT, GA­YO­NES, UPRA, PCV, FREN­TES SO­CIA­LES  y de­más or­ga­ni­za­cio­nes del pro­ce­so re­vo­lu­cio­na­rio dis­pues­tas a ello. El pleno di­ri­gen­te con­clu­yó re­co­no­cien­do los avan­ces in­te­gra­cio­nis­tas con los ca­ma­ra­das Ga­yo­nes de­bien­do re­ca­li­brar nue­vas fa­ces uni­ta­rias en ese sal­to cua­li­ta­ti­vo de los mar­xis­tas le­ni­nis­tas ve­ne­zo­la­nos.    
                                                                                       Enero 12 de 2019