RESPUESTA AL CAMARADA LEZAMA.
Otto Van der Velde Q.
Apreciado camarada.
Leyendo tu transparente artículo sobre las diferencias y la respuesta del valor-precio de las mercancías y sus consecuencias, opino lo siguiente: los problemas de la economía y esencialmente de la economía capitalista sometida a relaciones imperialistas de producción, no dependen solamente de la voluntad de las personas -para el caso compradores y vendedores- tienen que ver con e movimiento de las clases sociales, las leyes del mercado y obviamente de la voluntad humana o mejor dicho, de las necesidades humanas así como la voluntad para resolverlas.
En tu ejemplo del limón, para comprar o vender, no basta la voluntad, hay que tomar en cuanta (tarde o temprano) los dos factores anteriores. El conjunto de demanda y oferta crea el <equilibrio> del mercado, proceso económico en el que mucho confían los economistas burgueses. A su entender todo se puede arreglar naturalmente de forma simple haciendo funcionar productividad, oferta, demanda, costos de producción y listo.
Ahora bien, Marx decía que los economistas son los científicos de la burguesía. Cuando lo dijo las profesiones no se habían diversificados, pero en mucho tenía razón. Por ejemplo, nuestros ilustres economistas de la burguesía -que igual que los pronosticadores del tiempo aciertan poco en sus predicciones- se basan en las doctrinas de la economía política clásica, más no toman para nada en cuenta la crítica de la economía política ni las tendencias naturales del desarrollo capitalista en sí. Al contrario, muchos de ellos aseguran que Marx se equivoca al establecer la relación valor-precio. En su conjunto el mercado establece una media en cuanto al precio, que ese es el equilibrio de la oferta y la demanda, lo que garantiza la perfección del mercado.
Sumando su criterio <economista> sobre el asunto, desconocen la premisa marxista de que en dicha relación valor-precio intervienen otros factores que actúan sobre tal <equilibrio natural> del mercado. El marxismo señala un factor especial que entra en la dinámica valor-precio, la alienación, el fetiche de la mercancía, proceso ideológico que cosifica la conciencia y altera la correspondencia <natural> valor-precio. La burguesía desprecia ese factor, sus economistas también y supongo que lo rechazan porque el fetiche de la mercancía encarna la ideología del sistema.
Lo que la profesora Pacualina señala como hiperinflación inducidatiene que ver -además de las leyes mencionadas, oferta-demanda, concentración del capital, plusvalía, costos, salario y ganancia- con la alienación capitalista (se sobre entiende que del vendedor y el comprador). Este fenómeno se vincula con las tácticas política de la derecha tal como hemos visto en el proceso revolucionario venezolano. En la correspondencia valor de la mercancía-precio de la mercancía-ganancia, la alienación (que no es voluntarismo puro sino enajenación, trastorno) juega su rol Obviamente la fuerza de trabajo y el salario como <mercancía especial> tiene que ver en dicha dinámica valor -trastorno- precio.
Otro factor que por lo general la economía política y sus economistas locales no toman en cuenta -tampoco los políticos venezolanos- o simplemente subestiman, incluyendo en ello un amplio sector de la izquierda- es la interferencia del capital monopolista en la formación de los precios de producción y sus efectos en la cadena de los precios. Su acción afecta la sonada productividad económica.
En dicha teoría habrá que aceptar que la oferta-demanda, no la del sigo XIX sino la del siglo 21, con un mercado mundial bajo la dictadura global del imperialismo financiero, industrial-comercial (en ese orden) y sus aliados monopolizando absolutamente casi toda la economía capitalista mundial, ya sea directamente privada o por medio del capitalismo de estado, los monopolios capitalistas (en Venezuela) cuyo determinante en la economía no está en discusión, deforman, controlan, siempre de acuerdos a sus propios intereses monopolistas, no solo el <juego> libre de los precios en la oferta y demanda, su equilibrio,sino la productividad misma como satisfacción de las necesidades humanas.
Por otro lado, ese capital monopólico-imperialista opresor (anglo-norteamericano etc.) que hace dependiente y neocolonial las naciones de América Latina y del Caribe, obstaculiza e impide la revolución agroindustrial, la industrialización general y el desarrollo agrícola integral no subyugado a los intereses de la metrópoli.
El precio de monopolio altera los mecanismos de la oferta y la demanda en función de la ganancia. Eso tiene que ver con la especulación, el desabastecimiento, la calidad, la escalada “inexplicable” de los precios, que no es una condición exclusiva del anarco-terrorismo económico como algunos dicen, sino de la burguesía como clase política, en nuestro caso ligada de origen a los grandes negocios importadores petroleros y subsiguientes.
Tales relaciones monopolistas de dependencia son el principal problema de la economía capitalista criolla, como se ha dicho: fuente de acaparamiento, desbarajuste e inflación “inducida” en la formación de los precios, de las conspiraciones, la anarquía productiva y sin duda de la represión capitalista. Sus planes forman un complicado nudo gordiano que debe ser cortado a la manera de Alejandro Magno ¡de un solo tajo! Un acto de fuerza que además tiene en Venezuela rango institucional puesto que tanto la Constitución de la “Cuarta” (artículo 97) como la bolivariana (artículo 113) prohíben los monopolios capitalistas, sin que ningún gobierno haya aplicado hasta ahora esa orden constitucional.
Nosotros en el PRT planteamos: disolver y socializar los medios de producción monopólicos, incluyendo -con el mayor placer del mundo- la expropiación y socialización de los monopolios imperialistas norteamericanos y sus aliados que saquean, explotan, bloquean y luego huyen del país dejando el bagazo de sus grandes negocio que abandonan a su suerte junto con los derechos laborales de sus trabajadores y las facturas a cuenta del Estado. Esto acaba de hacer la “Entertainment de Venezuela S.C.A (Direc.TV Venezuela)” que pertenece a la transnacional ATT&T con sede en Estados Unidos, un monopolio imperialista involucrado en el asesinato del presidente chileno Salvador Allende durante la sangrienta dictadura de Pinochet y en golpes de estados en todo el Continente. ¿Por qué en un gobierno bolivariano acosado por el imperialismo mundial opera las comunicaciones una empresa imperialista de un récord sangriento en el Continente como la ITT? ¿Qué tiene que decir CONATEL sobre esto?
Nuestra propuesta antimonopólica tiene que ver con el programa antiimperialista del Partido y las provocaciones de EEUU con sus aliados europeos e internos, particularmente en lo que se refiere al petróleo, el arco minero amen de otros negocitos del gran capital en Venezuela, igualmente incide contra quienes dentro del Estado trabajan a todo vapor por las privatizaciones estratégicas de Sidor, Corpoelec, Telecomunicaciones y PDVSA.
En complemento de ese gran paso, los precios deben ser congelados integralmente por debajo de a canasta básica; estableciéndose una alianza táctica del proletariado con la PYME, sobre todo con el pequeño capitalista para deshacer los monopolios privados, atacar a gran escala la revolución agrícola-industrial, en una alianza coyuntural que debe respetar la autonomía de la clase proletaria y un acuerdo cívico militar para la fundación de un nuevo estado obrero-campesino-comunal, tal como lo piden socialistas y nacionalistas bolivarianos, o sea un nuevo estado del pueblo-pueblo.
De esta manera se podría minimizar las carencias y penalidades que acarrea toda revolución anticapitalista verdadera de las estructuras y superestructuras, que es lo que se trata al emprender una audaz industrialización y revolución agraria a escala nacional. Existen condiciones dadas ahora producto de circunstancias objetivas y subjetivas puestas en escena por la crisis global capitalista del imperialismo norteamericano y sus satélites de la UE y del Pacto de Lima.
Los nuevos ejes internacionales establecidos por el gobierno bolivariano durante la presidencia de Hugo Chávez especialmente con Cuba, Irán, Rusia, china, la India, a Vietnam, Bielorusia, Corea del Norte y los países no sometidos del Caribe; las correctas normas disciplinaria dictadas por el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro en relación a la pandemia, la creciente proletarización de la sociedad venezolana y otras condiciones producto de la recesión capitalista, han creado un escenario fatal para el <ta¨ barato> venezolano que facilita una mejor conciencia para afrontar los planes independentistas a largo y mediano plazo, que serán duros, difíciles, pero de solución definitiva para el presente y las generaciones futuras. No se puede correr más la arruga reformista, hacerlo es una vulgar complicidad de muy alto costo para el pueblo. Saludos. Otto Van der Velde Q. 25.5.2020